"La Economía Solidaria da Frutos para Todos"

viernes, 28 de enero de 2011

El día después

Nota Publicada en Periódico Acción, de la 1ra quincena de Febrero de 2011.
"Acción" es una publicación quincenal del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.
Link directo:
http://www.acciondigital.com.ar/01-02-11/cooperativismo.html









UNIÓN. El proyecto, gestionado por entidades locales y el IMFC, está dirigido a un grupo de familias que quedó a la intemperie fruto de las secuelas del tornado.

Situado a 260 kilómetros de la capital formoseña, Pozo del Tigre es un sitio con una larga historia de padecimientos y abandonos cuyo clima caluroso y agobiante marca el ritmo de la vida cotidiana, si bien sus habitantes parecen acostumbrados a soportar las altas temperaturas y, más aun, las carencias de recursos elementales. Ese lugar, que es una muestra de lo que acontece en otros territorios de la Argentina, a veces inasibles y sumidos en dificultades y necesidades manifiestas, fue víctima de un tornado que asoló a la ciudad el pasado 21 de octubre y arrojó consecuencias terribles: al menos seis muertos, entre ellos bebés y ancianos, cientos de heridos y cuantiosas pérdidas materiales, especialmente viviendas e infraestructura. Como si se tratara, efectivamente, de un ensañamiento del destino, dado que es la segunda vez que ocurre en esa zona del noroeste, pero agravado por la falta de atención por parte de algunas autoridades locales.
Allí, cerca de los escombros y los daños que dejó la furia del viento, funciona la Cooperativa Textil Tigre, entidad asociada al Instituto Movilizador y responsable de generar fuentes de trabajo sustentada en principios y valores comunitarios, que puso en marcha una campaña de solidaridad junto con el IMFC y otras organizaciones sociales de la zona a fin de aportar al plan de reconstrucción de la localidad mediante la ayuda a algunas de las tantas familias que quedaron sin techo, un grupo de 19, reafirmando la impronta que orienta al movimiento nucleado en el Instituto Movilizador desde su fundación, de responder a las demandas y necesidades de la comunidad independientemente de su localización en el mapa geográfico. De hecho, ya en el primer número de Acción (quincenario que en el próximo mes de abril cumplirá 45 años) se consignaba en tapa y con el título «Solidaridad con el pueblo», la ayuda de numerosas entidades cooperativas dirigida a los damnificados en el litoral, producto de las inundaciones que afectaron a esa zona del país en 1966.
Siguiendo esa tradición, la iniciativa impulsada por la Cooperativa Tigre, a través de su fundadora y actual integrante del consejo de administración del IMFC, Norma Ríos, consistió en solicitar al municipio que aportara personal especializado en construcción para asesorar a las familias. Por su parte el IMFC intervino inmediatamente a partir de la apertura de una cuenta en el Banco Credicoop para juntar fondos. Gracias a la campaña de solidaridad impulsada por el movimiento cooperativo, inicialmente se recaudaron 15.600 pesos, cifra que si bien no era suficiente, constituyó la base para continuar y ampliar la red de ayuda. Norma Ríos, entrevistada por Acción destaca la importante contribución de las monjas Liliana y Leticia (de la Compañía de María), residentes en la zona, quienes no sólo aportaron dinero sino sobre todo su continua presencia y participación en encuentros comunitarios dirigidos a llevar a cabo la reconstrucción, y, desde Buenos Aires, de Edgardo Form y Liliana Carpenzano, gerente general y secretaria de relaciones institucionales del IMFC, respectivamente. En este marco se afianzó la participación de los propios interesados y de gente del lugar que contribuyó en la medida de sus posibilidades. «Le compramos ladrillos a la gente del barrio porque nos hacen precio, así nos beneficiamos nosotros y ellos». El proyecto, según lo concibe Ríos es el de «articular», es decir que confluyan no sólo los vecinos sino tambien entidades como el flamante Centro de Informática vinculado con el Concejo Deliberante, e instituciones educativas además de la intervención del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo en Economía Social).
Voces solidarias

Asimismo, la iniciativa concibe la activa participación y organización de las familias. «La idea es que puedan constituir una cooperativa», explica Norma Ríos, referente para los beneficiarios, quienes subrayan el valor material y afectivo de la acción de la Cooperativa Tigre. Dice José Aníbal Campos, a cargo de dos manzanas, en medio de una de las reuniones en que se evalúan los pasos a seguir, las prioridades, las indicaciones del ingeniero que colabora y la continuidad de la ejecución de las obras: «Luego del tornado que nos aplacó un poco, esto nos da nuevamente ganas de vivir, estamos muy contentos con Norma, y haciendo lo posible para que las cosas vayan bien, tenemos que seguir luchando unidos, afortudanadamente nadie se quiere echar atrás». Por su parte, Lilia Angélica Gómez destaca los alcances de un proyecto que convoca a la ayuda mutua, y aspira a superar posibles controversias al afirmar: «Sería fantástico poder unirnos para que cuatro o cinco de nosotros ayuden a Fulano a terminar su casa, y luego seguir con otra, y así con todos». Zunilda y Pascual opinan en igual sentido haciendo hincapié en la necesidad de proteger a sus numerosos hijos luego de las pérdidas sufridas. Quizá un nombre resuma la condición de esta gente: oficialmente el barrio se llama «Avenida Fondo», pero se lo conoce como barrio «Olvidado», «porque nadie va por esos lados», explican sus moradores.
Sin embargo, según Ríos, «no hace falta que haya un tornado para que se generen iniciativas de este tipo fundadas en la economía social ni tampoco que haya que “ponerse la camiseta”de tal o cual funcionario, sino un aprendizaje por parte de los formoseños del ejercicio de la democracia y de la cultura cooperativa». Este proyecto, generado en la Cooperativa Tigre, aspira al efecto multiplicador de estas iniciativas. «Lo bueno es que muchas cosas salieron de las familias, gente que, a pesar de su pobreza quiere progresar, porque después de tantas reuniones, finalmente, están organizados. Algo similar a lo que pasa con gente que viene a la
cooperativa con ganas de hacer cosas, lo cual me lleva a pensar en una reflexión de Fidel Castro. Entrevistado por un periodista italiano sobre cómo una isla tan pobre y con tantas carencias pudo lograr un nivel tan alto de educación y proveer tantos médicos, respondió: “Lo que pasa es que las masas, las bases, están llenas de genios. Lo que no tienen es la posibilidad de demostrarlo”. Ahora bien, no tenemos que ser ilusos y creer que todo va a salir bien en uno o dos meses, hay que perseverar. Que cualquier otra persona pueda hacer experiencias similares en otros barrios, que se pueda hacer algo sin que antes pase un tornado».

Pablo Provitilo
Enviado especial Acción

No hay comentarios:

Publicar un comentario